Erase una vez una mujer que pensó tener todo descifrado y seguro, un futuro impresionante con un hombre que tenia todo. Había planeado una vida de sacrificio laboral para escalar montañas de profesión y morir vieja pero amarrada a ese lugar por el que habría luchado, literalmente, con todo el tiempo de su vida. Habìa idealizado la vida que tanto deseaba r con la familia que anhelaba tener...
Un día ella despertó y se creyó en una pesadilla... nada era como parecía! El hombre se había ido, resulta que concebían las verdades de manera distinta y sin reconciliación, se alejaron. La mujer era infeliz en el trabajo y y todo aquello que habìa idealizado se esfumò, sueños, proyectos, se quedó sin nada...
Vacía, empezó a tomar pedacitos de lo que ella era, desde antes y después... colocó cada pieza en lugares estrategicos para convertirse en algo... sólo en alguien distinto. Poco a poco logró recuperar el brillo en los ojos y empezó a forjar su presente. Ella entendió que el mundo simplemente era lo que era y no lo que tenía que ser. Todo fue más fácil desde ese momento.
No planeó más su vida, ni su trabajo, ni sus romances y aprendió a soltar a la gente a su alrededor.
A partir de esa derrota ella despertó. La "pesadilla" se convirtió en la respuesta que siempre buscaba y desde entonces disfruta el hoy.
Le hacía falta perderlo todo para encontrarse...
Ahora es ella y no idealiza ni espera, sólo vive...
Le hacía falta perderlo todo para encontrarse...
Ahora es ella y no idealiza ni espera, sólo vive...