ESPINAS DEL CACTUS

Abrázame, me dijo ese cactus al verme pasar; Cómo te voy a abrazar, pensé, si lleno de pinchos estás. Triste y solo se quedó rodeado de un vacío desolador, el sol a su alrededor abrigándole por esa falta de cariño y amor. Hoy no te quiero abrazar porque me quedé peor que tu, sentada en el camino viendo como lo mejor de mi vida se va, me llena a veces un poquito pero luego desaparece sin más. Esa que he sido en estos días es la que soy en realidad y, nada de lo que vuelvo a ver me deja ser la que he sido sin más. Dejo a ese cactus en la distancia porque sus pinchos, no son los suyos, si no los que llevo yo transparentes sobre esta aparente fina piel, curtida de tanto sufrir, luchar y, a veces incluso, vencer. Me quedo arisca y perdida, me quiero ir hacia la lejanía, porque si no puedo pisar fuerte el escenario ya no sé ni quién soy, y hoy, no quiero ser nadie más...

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