UN MAL DÍA

     A veces es increible la mala suerte que nos cargamos . No me dejarán mentir. Hay días en los que deseas no haberte levantado de la cama y lo que más esperas es que el pi.... día se acabe lo más rápido posible, ya que todo lo que intentas, o te sale mal o la gente que menos te lo esperas te falla
     Los días malos sólo dejan enseñanzas, algunas muy costosas quizás, dolorosas, pero lo que sí, es que estoy convencida que no hay mal que por bien no venga, muchas cosas son necesarias que sucedan para que te des cuenta que hay algo que tienes que cambiar o una experiencia que tienes que adquirir para no volver a cometer los mismos errores.

     Ayer, mi día fue uno de estos que menciono, no entro en detalles porque no tengo ni las más mínimas ganas de recordarlo, pero siempre hay un nuevo amanecer y no podemos estancarnos en lo mismo, porque la vida sigue y no te va a esperar, hay nuevos retos que afrontas diariamente y que hay que estar preparados para ello.

     La vida es difícil, pero en uno está hacer que ésta sea ligeramente más fácil.