Hay gente que llega así, de repente, sin que lo esperes, justo cuando no lo buscabas, justo en el momento que más lo necesitabas…
Es esa gente que te abraza, te mece, te serena como el mar en la tarde, que te dice palabras hermosas que te calman y tranquilizan tu espíritu...
Es esa gente que va y viene y se atreve un poco más… aunque muchas veces seas hermético y no se lo permitas, pero logra y se ahonda hasta llegar a la más diminuta pero más sensible fibra de tu corazón y mueve toda tu vida...
Es esa gente que se para a tu lado y simplemente te acompaña, envolviendo en palabras o en silencio, esa bóveda azul del alma donde se esconden todos los misterios y los incomprensibles laberintos de tu vida...
Es esa gente que así, en secreto, derrama una lágrima junto a la tuya y las guarda en un cofre pequeño de complicidad y ternura… gente que ora por ti, aún cuando su corazón también necesite un alivio, y te toca justo en el lugar donde tu alma lo necesita...
Es esa gente que te acepta como eres, que te quiere como eres, sin preguntar nada, que no te conduce, que no te critica, que no juzga las decisiones que tomas en la vida...
Es gente que acaricia tu cabeza con manos de ángel y baña de luna esa zona hostil y solitaria donde los límites de la realidad se esfuman como niebla en mañanas ...
Porque hoy descubro que esa gente ¡existe! ¡es real!, es tan real como el viento ...
Porque hoy descubro que esa gente ¡existe! ¡es real!, es tan real como el viento ...
Y agradezco que tu estás entre esa gente…
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