A veces siento indiferencia en tus palabras, quizás por que te abruman los problemas.
A veces escucho desprecio de tus labios, tal vez por la rutina que te agobia.
A veces percibo esa frialdad en tus brazos, posiblemente por el cansancio del día.
A veces hay un vacío en tu mirada, será por el estrés que te azota.
A veces me siento sola aún estando a tu lado, quizás por que estas ausente buscando el camino hacia el éxito.
A veces creo que te he perdido, tal vez ya te perdí hace tiempo.
Y me encuentro sentada llena de preguntas y buscando excusas sin fundamentos para engañarme y aliviar el dolor.
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