A veces no existe la opción de "no elegir"... o avanzo o me quedo... y, definitivamente, muchas más veces es mejor avanzar, irse lejos, que quedarse esperando entre líneas.
A veces, pero sólo a veces, me arrepiento de la decisión... me arrepiento de mi cobardía y de mi valentía... porque (extrañamente) no son lo mismo.
A veces me cuesta enfrentar el dolor que mis decisiones pueden causarme a mí y a los demás...
Hubo una vez que no tuve opción... y a estas alturas, no quisiera encontrarme una.