SIMPLEMENTE YO...

Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi existencia como ahora.
Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas, descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas. Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás.
Y a pesar de ello…. ¡quererme mucho! Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui… sonrió a la que soy…. Me alegro del camino andado, asumo mis contradicciones.
Siento que debo saludar a la joven que fui con cariño, pero dejarla a un lado porque ahora me estorba. Su mundo de ilusiones y fantasía, ya no me interesa. ¡Qué bien vivir sin la obsesión de la perfección¡ ¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños!
La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil, que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse.

INSTANTES MÁGICOS

Podemos creer que todo lo que la vida nos ofrecerá mañana es repetir lo que hicimos ayer y hoy. Pero, si prestamos atención, percibiremos que ningún día es igual a otro. Cada mañana trae una bendición escondida; una bendición que solo sirve para este día y que no puede guardarse o desaprovecharse. Si no usamos este milagro hoy, se perderá. Este milagro esta en los detalles de lo cotidiano; es preciso vivir cada minuto porque allí encontramos la salida de nuestras confusiones, la alegría de nuestros buenos momentos, la pista correcta para la decisión que ha de ser tomada. No podemos dejar nunca que cada día parezca igual al anterior porque todos los días son diferentes. Presta atención a todos los momentos, porque la oportunidad, el “instante mágico”, está a nuestro alcance...




Paulo Coelho